lunes, 26 de marzo de 2012

semana 20 de Hogarez de Esperanza


SEÑOR DILE: QUE HICE MI PARTE
(Hebreos 12:11)
 Un pasaje del Nuevo Testamento que nos da una clara ilustración de la parte que nos toca hacer como padres es Efesios 6:4. Este es un breve resumen de instrucciones a los padres, expuesto de una muy clara, y quizás no muy espiritual. “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.” Aquí está lo que la Biblia dice acerca de la responsabilidad de los padres al criar a sus hijos. La primera orden de este verso, indica que un padre no debe fomentar malos sentimientos en sus hijos por su severidad, inflexibilidad, ignorancia o la brutal aplicación de la autoridad. Eso sólo servirá para ocasionar que el hijo exponga sus peores características de su carácter aun inmaduro. El aspecto positivo es expresado en una dirección diferente y sensible; esto es, educarlos, animarlos, añadir virtud en todos los aspectos de la vida mediante la instrucción y amonestación. Ahora bien un hijo no solo puede vivir de la disciplina y amonestaciones esto solo es en regla de enseñanza. Imagine a Dios llevándolo por la vida solo con disciplina y regañadientes ¡verdad que no! Necesitamos también premios que alienten nuestra vida. Tu hijo también los necesita.
Un padre sabio, busca hacer la obediencia deseable y alcanzable mediante el amor y la gentileza. Colosenses 3:21

Mi padre decía; “Mantén la Biblia en una mano y el periódico en la otra.” La disciplina familiar debe ser actualizada primeramente por nuestra necesidad de demostrar nuestro amor y segundo por los parámetros de enseñanza que actualmente son distintos a años atrás. Casi siempre tendemos a poner de ejemplo como nos educaron nuestros padres y se lo hacemos notar repetidas veces a nuestros hijos pero esto no debe ser así, porque nuestros hijos han nacido en un medio extraordinariamente  diferente al de nuestra época, ellos viven  en medio del modernismo y sus necesidades han evolucionado. Pero sobre todo, el principio de la disciplina sigue siendo el Amor. Ellos no se van a sujetar si no te aman, por que la sujeción es por amor.  La disciplina y la instrucción son parte integral de la paternidad. Proverbios 13:24 dice, “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.” Los niños que crecen en hogares indisciplinados se sienten rechazados y sin valor. Les falta dirección y auto-control, y mientras crecen, se rebelan y tienen poco o ningún respeto por cualquier clase de autoridad, incluyendo la de Dios. La Biblia dice: “Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza; mas no se apresure tu alma para destruirlo.” (Proverbios 19:18)
Pero yo que hago con este hijo que ya no tiene remedio
Bajo la ley era claro el futuro que les esperaba a los hijos rebeldes y contumaces (Tercos) (Deut 21:18-21). Ahora bien, como eliminamos estas dos características de nuestros hijos; RESPUESTA: Quitándolas de nosotros ¿Cómo saber si uno es rebelde o está camino a la rebeldía? Sencillo, usualmente las personas que van camino a la rebeldía, recorren estos pasos:
-          Perder el interés de buscar a Dios: Cuando empezamos a dejar de buscar a Dios y empezamos a dejarlo de lado, esto significa el comienzo de nuestra rebeldía
-          Dejar de hallar malas las cosas que son malas: Cuando empezamos a pensar y creer que la cosas que pensábamos o creíamos malas, ya no lo son del todo así, cuando empezamos a hallar benignos aquellos “pecadillos”, cuando ya dejamos de lado nuestra actitud radical, es ahí donde la rebeldía está empezando a dar sus frutos
-          Empezar a ser autosuficientes: Cuando empezamos a caminar con nuestras propias fuerzas, empezamos a querer modificar nuestro mundo con nuestra propia opinión, cuando hacemos lo que queremos y no lo que Dios espera que hagamos, podemos afirmar que ya la rebeldía ha ganado espacio en nuestro corazón; es así como el “YO” cada vez se hace más importante para nosotros y creemos que todo lo podemos en nosotros mismos, entonces empezamos a ser orgullosos, altivos, rebeldes.
Ahora bien cual es la solución para toda terquedad: la Mansedumbre
Efesios 4:1-4. “Yo pues preso en el Señor os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y MANSEDUMBRE, soportándoos los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la humildad del espíritu en el vínculo de la paz, un cuerpo y un Espíritu, como también fuisteis llamados en una misma esperanza de vuestra vocación”.
Pareciera que la biblia esta llena de mandamientos para los hijos, pero para los padres también tiene mucho y es que es necesario que seamos padres que cumplamos fielmente la tarea encomendada.
Con amor
Pastor Jorge Luis Ramos Betancourt