Mensaje Hogar De Esperanza
16 Noviembre 2011
EL HÁBITO DEL COMPAÑERISMO EN CLUE Parte 1
Introducción
Hoy vamos a iniciar una serie de mensajes sobre el compañerismo cristiano dentro y fuera del templo. Hebreos 10:25, es un verso importante que todo creyente debe de entender y aplicar a su vida dentro de la iglesia. Vamos a leerlo, “No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca”. Este es un concepto sumamente importante en el cual vamos a profundizar.
¿Por qué es tan importante el compañerismo cristiano?
1.- Porque pertenecemos a la familia de Dios con otros creyentes.
Si usted lee a través del Nuevo Testamento, notara que se usan las palabras: hermano y hermana, padre e hijo, varias veces. Es porque hay una relación familiar entre nosotros y nuestro Padre que está en el cielo. De hecho Jesús dijo a sus discípulos: ustedes son mis hermanos, leamos Marcos 3:34-35 “Y mirando a los que estaban sentados alrededor de él, dijo: Aquí están mi madre y mis hermanos, porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre”. En algunas iglesias prefieren llamarse Señor o Señora, o se llaman por su profesión, el Dr. Fulano va a orar, el Ing. Zutano va a leer la biblia, etc... Nosotros preferimos llamarnos Hermanos y Hermanas porque somos una familia, nosotros tenemos el mismo Padre y ese Padre nos ha unido a su familia.
Gálatas 6:10 dice: “Hagamos bien a todos, y en especial a la familia de la fe”. Nosotros necesitamos enfocarnos en cómo podemos ayudarnos y cómo podemos relacionarnos, y especialmente con los hermanos de la iglesia local.
Efesios 2:19 “Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios”. Usted pertenece a la misma casa. Él es nuestro Padre, nosotros somos sus hijos, así que usted y yo somos hermanos, de diferente madre pero con el mismo Padre.
Romanos 12:5 “Así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.”. Ray Ortlan hizo esta declaración “El cristiano que no se compromete con un grupo de otros creyentes para orar, compartir y servir, así como conocer a otros, no es un cristiano obediente. Él no está en la voluntad de Dios, aunque proclame su teología no está obedeciendo al Señor.
Conclusión
Algunos dicen: “Yo no creo en la iglesia”. “Yo adoro en mi casa”. Esa es una verdad a medias y bueno hasta cierto grado. Pero realmente se cuestiona si esa persona entiende lo que significa relacionarse con Cristo.
Usted no puede relacionarse con Jesucristo sin relacionarse con su iglesia y sus hijos. Algunos dicen: “Estoy comprometido con Cristo y no con la gente de la iglesia”. A caso, ¿El pastor o un líder pueden servir solo a Cristo sin tomar en cuenta a la iglesia?
Es interesante que en el nuevo Testamento la palabra “iglesia” se usa aproximadamente 104 veces pero en 98 de ellas la palabra “iglesia” siempre se refiere a la asamblea local de creyentes, donde las personas conviven y se relacionan como una familia. “Nosotros realmente nos necesitamos”.
Pastor: Jorge Ramos.
